A primera vista, las variedades de vino – tinto, blanco y rosado – se distinguen por su color. Sin embargo, hay mucho más detrás de cada uno que solo su apariencia.
Todos comparten elementos clave: la calidad y variedad de las uvas, el clima y el suelo donde se cultivan. Estos elementos impactan directamente en el color, sabor y aroma del vino. De hecho, los vinos de alta calidad suelen originarse de suelos con poca materia orgánica y humedad, usualmente cerca de mares, ríos y océanos. La diversidad de climas contribuye a una amplia gama de vinos excelentes.
红葡萄酒
El vino tinto obtiene su tonalidad oscura durante la vinificación, cuando el mosto se fermenta junto con las pieles de las uvas.
Esta es una forma de maceración y existen dos tipos principales: la corta, que da como resultado vinos tintos afrutados, de colores vivos y textura algo áspera en boca. Por otro lado, la maceración larga produce vinos ideales para envejecer, que adquieren una personalidad propia durante el proceso de crianza, resultando en vinos de excelente calidad.
El proceso de vinificación del vino tinto incluye la molienda, fermentaciones, el prensado para extraer más color, y la crianza, donde el vino desarrolla su personalidad. El vino tinto se consume generalmente a una temperatura más alta, entre once y dieciocho grados, y suele ser el acompañamiento perfecto para carnes debido a su estructura, sabor y calidad.
El vino es una de las cosas más civilizadas del mundo y una de las cosas más naturales del mundo que ha sido llevada a la mayor perfección, y ofrece una mayor variedad para el disfrute y la apreciación que, posiblemente, cualquier otro producto sensorialmente puro.
Ernest Hemingway
白葡萄酒
A diferencia del vino tinto, los vinos blancos tienen tonos más pálidos, desde incoloros hasta un amarillo suave. No se produce maceración con las pieles de la uva, por lo que el mosto no adquiere color. La mayoría de los vinos blancos son jóvenes, con aromas intensos y frescos, aunque hay variaciones que incluyen aquellos envejecidos en barrica, adquiriendo un sabor más maderoso.
Los vinos blancos son mejores cuando la fermentación se realiza a bajas temperaturas y con un control adecuado de la madurez de la uva. Se disfrutan mejor fríos, entre seis y ocho grados, y son excelentes acompañantes para aperitivos, postres, mariscos, pastas, arroces, y más.
桃红葡萄酒
El vino rosado se caracteriza por su color, que varía desde un naranja pálido hasta un rosa intenso, dependiendo de la uva, la región y el proceso de maceración. Contrario a la creencia popular, el vino rosado no es una mezcla de vino tinto y blanco, sino que tiene sus propios métodos de elaboración.
El vino rosado es suave y se debe combinar adecuadamente, ya que comidas con sabores muy fuertes pueden opacar su esencia. Es perfecto para aperitivos ligeros como anchoas, mariscos, vegetales, platos con huevo o arroces.
El vino rosado se obtiene ya sea por contacto con las pieles de las uvas o por el método de sangrado, que implica extraer una porción de vino tinto durante la etapa temprana de maceración para aumentar su volumen e intensidad. Este vino es especial por su apariencia atractiva, su carácter refrescante, los toques afrutados en boca, y un ligero efecto carbónico que le da un toque chispeante.